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¡Quién iba a pensarlo!

Los anillos de compromiso con diamantes no siempre fueron lo que hoy conocemos. Esta tradición no viene de hace muchos años y no creerás por qué es hoy una tradición que se repite en muchas las bodas.

En la Antigua Roma después de que el Papa Inocencio III, en el siglo XII, declaró que había que esperar entre el compromiso y el matrimonio, se comenzó a usar bandas de hierro y de oro. De allí viene la tradición de usar un anillo sencillo en la mano izquierda.

Sin embargo, en 1800 lo que se usaba eran dedales. Así como lees… Les sacaban la parte superior al dedal y quedaba como una anillo. Sencillo, práctico y barato.

Pero… todo cambió alrededor de 1940. Un redactor de la agencia de publicidad NW Yesterday, escribió el lema: “Un diamante es para siempre”, para una marca de diamantes. Así, con esta campaña, alentaban a que consuman diamantes como herencia familiar. Fue así que en esa época, el diamante pasó a ser el anillo de compromiso ya que se consideraría luego como una herencia familiar.

¿Quién iba a creer que producto de la publicidad ahora es una tradición que se repite casi siempre? Bueno… quizá sí lo creemos, ¿acaso no es para lo que sirve la publicidad?