No fue hace mucho que las mujeres conseguían un cabello lacio a través de métodos que hoy en día nos parecen historias de terror. Plancharte el cabello era algo literal y las consecuencias no sorprenden a nadie. Las cosas, afortunadamente, han cambiado por completo y conseguir un alaciado perfecto ya no es complicado, no toma mucho tiempo y no nos deja cabello de estropajo.
Aunque las prácticas son muy diferentes, debemos de tener algunos cuidados especiales si queremos que nuestra cabellera se mantenga saludable; no importa si tu cabello es delgado, largo, ondulado o naturalmente lacio. ¿Quieres saber cómo protegerlo? Aquí te dejamos una lista de consejos que debes tomar en cuenta.
#1 Shampoo personalizado
Todo comienza en la regadera con los productos que usamos para limpiar y acondicionar el cabello. Antes de correr a comprar el nuevo shampoo de moda, hay que analizar las necesidades de tu cabellera. ¿Es graso o seco? ¿Las puntas están abiertas? ¿Lo tiñes? ¿Es rizado? ¿Grueso? ¿Buscas más volumen? Las respuestas te ayudarán a elegir un shampoo y acondicionador personalizado; es decir, un dúo dinámico que en conjunto explotarán la belleza natural de tu cabello.
#2 Cepillo old school
El cepillo que usamos para peinarnos es una de las herramientas que puede mejorar o lastimar nuestra cabellera, por eso hay que apostar por algo seguro como un cepillo de cerdas de jabalí. No es un producto nuevo pero en el último par de años retomó fuerza, ¿por qué? La textura del pelo del jabalí es muy parecida a la de los humanos y esto tiene increíbles beneficios para tu cabello y el cuero cabelludo.
No es un “tratamiento milagroso” pero al cepillarnos el cabello con el, ayudamos a su crecimiento, prevenimos la caída y el frizz, le damos brillo, suavidad y distribuimos los aceites naturales que se encargan del balance de nuestra cabellera.
#3 Herramienta de calor
Si eres de las mujeres que prefiere peinarse con herramientas de calor, es importante que aprendas a elegir aquellas que además de estilizar el cabello, lo protegen durante su uso. Si estás buscando una alternativa fácil de usar y que ayude a peinarte en poco tiempo, los cepillos de calor son una buena opción.
Asegúrate de elegir uno que tenga diferentes niveles de temperatura y que su recubrimiento sea de algún material que proteja la humedad natural del cabello como la cerámica, ya que existen algunos cepillos en el mercado que son de metal o de plástico, materiales que secan el cabello desde adentro.
#4 Temperatura correcta
Si decides usar una herramienta de calor, es importante que personalices la temperatura de acuerdo a tu tipo de cabello, esto evitará que se maltrate. Contrario a la creencia popular, usar la temperatura más baja no evita los daños en la cabellera, ya que implica pasar por el cabello más veces. Por eso te recomendamos que elijas una temperatura media (185-190) para el cabello lacio o ligeramente ondulado. Si tu cabello es muy rizado elige una temperatura más alta (190-210) para conseguir resultados rápidos y seguros.
#5 Protector de calor
Un producto básico que funciona como un escudo extra en nuestra rutina al usar herramientas de calor, pero que desafortunadamente muchas mujeres olvidan. Busca un protector de calor que se adapte a tu tipo de cabello y aplícalo sin olvidarte de las puntas.
#6 Secciones de cabello
Para conseguir resultados de envidia al momento de peinarte usando una herramienta de calor, es importante que partas tu cabello en secciones; de esta forma te aseguras de que no haya áreas que se queden sin el efecto que buscas. Los expertos recomiendan que dividas el cabello en cuatro secciones y en cada sección peines “tiras” de 3-4 centímetros (de ancho y grueso) a la vez.
Este método no sólo te ayudará a terminar más rápido, también te aseguras de que el calor de la herramienta se distribuya de manera uniforme por el cabello, disminuyendo la posibilidad de maltratarlo.
#7 Tratamiento semanal
Nuestro cabello también necesita que lo consientan de vez en cuando. Una vez a la semana aplica un tratamiento; puede ser en forma de crema, mascarilla o ampolleta. Lo importante es que escojas aquel que se adapte a las necesidades de tu cabello o cuero cabelludo. Puede ser un exfoliante capilar para eliminar los residuos de otros productos, una crema para nutrir y sellar las puntas abiertas o una mascarilla para dar brillo al cabello teñido.
#8 Volumen natural
Uno de los grandes problemas que enfrentamos al momento de alaciar nuestro cabello es la falta de volumen, pero es algo que podemos solucionar rápido; todo depende de la forma en que usamos las herramientas de calor al momento de peinarnos. Para obtener ese volumen de envidia sólo tienes que cambiar la manera en la que pasas, por ejemplo, tu cepillo de calor.
En vez de hacerlo directamente de la raíz a la punta con las cerdas hacia abajo (tocando nuestro cuero cabelludo), simplemente debes voltear el cepillo con las cerdas hacia arriba. Podrás notas la diferencia al terminar de peinar todo el cabello, pero en comparación con otros métodos, el resultado es muy natural.
No tengas miedo de experimentar estilos, peinados o herramientas nuevas, pero recuerda que tu cabello necesita algunos cuidados extra para conservar su belleza natural.