Desde los inoportunos barritos hasta un acné descontrolado, ¡no tienes que sufrir, aquí la solución!
Un día que tenía un entrevista de trabajo, desperté con un grano en mi mejilla izquierda, donde usualmente me salen cuando estoy vuelta loca.
Fui al evento, apenada y escondiendo la mitad de mi cara. Ese grano me salía recurrentemente, cuando andaba muy tensa. Estaba harta, así que busqué ayuda. Esto fue lo que me dijeron los profesionales.
Método: El doctor
Mi primera parada fue lógica: un dermatólogo. “Es muy común”, dice la Dra. Anne Chapas, de Union Square Laser Dermatology. Me dijo que los granos inflamados tienen un talento para regresar, porque pueden detonarse por cambios hormonales.
Desde tu periodo hasta el estrés, pueden afectar tus niveles.
“Debajo de la superficie de cada poro hay una zona en forma de saco que contiene el folículo capilar así como una glándula sebácea”, explica la Dra. Chapas. “Con cada cambio hormonal, esta área puede inflarse con aceites, bacterias y glóbulos blancos”. Si esta respuesta inflamatoria es intensa y muy profunda, se puede formar un quiste o un nódulo. ¿El veredicto? “Este acné es muy difícil de tratar”.
¿Una de las mejores dermatólogas me estaba diciendo que no había esperanza? No precisamente. “Una gran opción es un antibiótico tópico y un antiinflamatorio llamado Aczone, un gel que ha demostrado tener buenos resultados”, dice. Aun cuando el grano-volcán está inactivo, los pacientes lo usan para prevenir su erupción.
Si el problema persiste, puedes extraer el “saco” debajo del grano. Esto se hace en un consultorio con anestesia local, algunas puntas y, bueno, tal vez también una pequeña cicatriz.
Definitivamente no estaba lista para una cirugía y todavía no estaba preparada para los antibióticos, así que esperé (para más información de los antibióticos, continúa leyendo).
Una de mis ecoamigas me recomendó a Karuna Sabnani, una doctora naturista que usa terapias como meditación y cambios nutricionales. Sabnani me dijo, “¿Quieres saber cómo te trata la vida? Observa tu rostro. Si comes mal, te rodeas de gente mala y trabajas en un lugar que odias, se refleja en tu piel”.
La conexión mente-cuerpo-piel tenía sentido, pero… ¿podía deshacerse de mi grano? Sin ninguna promesa. Pero Sabnani sí tenía consejos para prevenir el próximo:
“Debes beber mucha agua, evitar el alcohol y dejar de comer alimentos fritos, procesados, azucarados y salados”. Era demasiado. “Descansar mucho y tener niveles bajos de estrés. Si no estás centrada, tu piel lo expresará”. Esto me parecía irreal. Podía eliminar algunas toxinas, pero pues una chica debe vivir su vida.
En cuanto a mi grano, me sugirió aplicar una capa de miel. Sí logró ponerlo más duro, pero ¿una destrucción total? No.
Método: El facial de alta tecnología
Por 65 dólares, una cita de 15 minutos de Laser & Light Facial en Skin Laundry, un nuevo concepto de spas en L.A., Nueva York, California, y Arizona, promete una piel ultrabrillosa y limpia con una varita mágica.
Aunque una sesión no borrará la erupción activa, ayuda a bajar la inflamación y a prevenir nuevos brotes.
El tratamiento usa un láser YAG, que calienta profundamente la piel, reduciendo temporalmente las glándulas que secretan aceites.
El siguiente paso es el láser IPL (Luz de Pulsación Intensa, por sus siglas en inglés), que ayuda a mejorar el tono de la dermis.
Los láseres cosquillean un poco, pero casi no duelen. Ni siquiera me dejó roja o inf lamada. Después de cuatro sesiones, el grano desapareció y nunca volvió.
Debo confesar que no falté a ninguna de mis citas. Ahora que he dejado de preocuparme por los granitos, puedo empezar a obsesionarme con algo nuevo: ¡nunca envejecer!