TRATAMIENTO PARA LABIOS: CARGA CON UN LIP-HEROE
A la menor corriente fría tu boca se reseca y empieza el ciclo infernal de labios partidos y pellejitos que muerdes o humedeces con la lengua. En esta época mantener una boca humectada exige cuidados extra, y en ciertas personas la simple exposición al aire fresco causa estragos. Aplica mañana y noche un tratamiento reparador que combine mantecas y aceites fundentes. Notarás cómo tus labios recuperan la elasticidad y un contorno más definido. Lo mejor es que funciona aun si te maquillas, ya que deja una película ultrafina altamente afín a la temperatura de los labios que no se despega.
HAND-PRIMER: ANTES DE LA CREMA
Los cambios bruscos de temperatura se convierten en un peligroso enemigo de las caricias. Si sales por la noche o muy temprano por la mañana esconde tus manos del frío, ya que el flujo sanguíneo se hace más lento y una mala circulación favorece que la piel se vuelva más gruesa y áspera. Tú sabes que una crema de hidratación prolongada es básica para cuidarlas, ¡pero no basta! Empieza por un preparador. Estos sueros son una barrera que impedirá que el frío se filtre. Al extenderla toma tu tiempo, realiza un movimiento envolvente y no dejes zona alguna sin recibir su alimento.
ACEITE TRIFÁSICO: HUMECTA BAJO LA DUCHA
¿Apenas empieza el frío y la piel de tu cuerpo ya se tornó de cocodrilo? Si sucede que eres demasiado friolenta como para aguantar desnuda mientras aplicas la crema corporal ve por un aceite trifásico. Éste se usa en el calor de ducha, luego del jabón ¡y se enjuaga! Es grandioso porque agiliza las mañanas y refuerza la barrera cutánea evitando que la humedad se evapore y la piel se reseque. Si además te quieres consentir y llevar un poco del trópico a tu regadera, prueba los de maracuyá que con sólo inhalar sus notas frutales ¡calientan!
ACEITE DE AGAVE: DALE AZÚCAR A TU MELENA
¿Lo sientes frágil y tristón y cada vez que desenredas las hebras se desprenden? Quizá tu pelo necesita azúcar… Es normal que se caiga, ya que corresponde al ciclo natural del cabello que se desprende durante el otoño. El problema es que dicha pérdida deja sensible el cuero cabelludo y reseca las puntas. Deja descansar las raíces lavando únicamente una o dos veces por semana y, por las mañanas, aplica un aceite de agave en las puntas que, por su gran cantidad de azúcares vegetales, bloquean la humedad en el interior de cada hebra y aseguran una melena sana, suave y sin peso extra.
ÁCIDOS GRASOS: GRIETAS EN LA CARA
Una piel reseca es una de las primeras causas del envejecimiento y el primer paso para remediarlo empieza desde adentro. Tu cuerpo necesita 1.5 litros de agua y, aunque la sed es menos notable en los días fríos, las necesidades de agua son las mismas, así que diversifica: jugo, agua simple, té, café, sopa. Si ingieres lo necesario, pero aún así las líneas de expresión se siguen marcando como grietas, toma medidas con un aceite enriquecido con Omega 6 y 9, y ácidos oleicos y grasos. Estas fórmulas suelen ser caras, pero la promesa es un rostro suave elástico y rejuvenecido en los que canta un gallo.
CREMA DE COCO: CALIENTA TUS PIES
La época en que tus pies literalmente hibernan bajo los calcetines llegó, pero eso no significa que te desentiendas de tus extremidades. El frío cierra los vasos sanguíneos, así que aprovecha la ducha para cepillarte las plantas de los pies y reactivar la circulación. Este pequeño gesto los mantendrá templados todo el día. Tan pronto llegues a casa quítate los zapatos, lávalos con un antibacterial y unta generosamente un tratamiento de reparación, aplica una capa de crema de coco y duerme con calcetines gruesos.
GEL DE ORO: BLINDA TUS CUTÍCULAS
Sucede que las cutículas se ponen rebeldes, desiguales, ásperas y crecen sin parar. Ellas son una extensión de tu piel y necesitan lo suyo para mantenerse suaves y flexibles cuando el frío arrecia. En lugar de un simple gel prueba un acondicionador con partículas de oro. Por sorprendente que parezca este metal precioso ayuda a retener la humedad y nutrir las cutículas. No esperes el momento del mani, puedes usarlo a diario o cuantas veces consideres necesario.