1. TE BRINCAS EL DESPUNTE
El tinte se introduce también por la punta y es importante que tengas el corte final antes de pasar al color. Dale mantenimiento para que los químicos no las abran (las puntas) y luego las consientas con unas gotas de aceite nutritivo que las repare.
TIP: A menos de que estés intentando dejarte crecer el pelo, lo ideal es que antes de pintar lo cortes o lo despuntes.
2. ABUSAS DE LOS SULFATOS
Revisa que tus productos no tengan estas sustancias químicas. Si el daño ya está hecho, date un lujo: enjuágate con agua mineral. Es rica en sodio, bicarbonato y calcio, así que revitaliza y elimina cualquier residuo dejando el cabello suave, flexible y brillante.
TIP: Antes de aplicar cualquier tipo de spray, gel, mousse o productos del estante de tu baño, echa un vistazo a los ingredientes.
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3. NO LO TRATAS EN EL SALÓN
La paleta de rubios es infinita, pero todos tienen en común que se oxidan. Así que es necesario que visites cada 15 días el salón para un tratamiento. No todos los cabellos decolorados se comportan igual, y le toca al estilista definir qué cuidados requieres.
TIP: Si previo a la coloración tu pelo pasó por un proceso de decoloración, está indefenso y requiere de productos para sobrevivir.
4. SECAS SIN PIEDAD
Para mantener tu tono, lo ideal es una secadora con tecnología infrarroja, así evitas hasta 70% de la perdida de color. También los restos de acondicionador fríen el pelo al entrar en contacto con el calor, asegúrate de que se encuentre 100% enjuagado.
TIP: El color se pierde más rápido cuando se expone a temperaturas superiores a 180ºC. Y es que los pigmentos no se diseñaron para soportar calor.
5. LO LAVAS MUCHO
Si está muy maltratado opta por un cleanser. Estos productos liberan las hebras de las impurezas pero de modo más suave. Si vives donde el termómetro se eleva fácilmente, contempla sumar a tu rutina un filtro UV para evitar la oxidación del colorante.
TIP: El pelo teñido se debe lavar menos y con agua tibia. Los enemigos de tu tinte son el agua y el shampoo, ya que diluyen los pigmentos.
6. NO LO MATIZAS
¿Melena larguísima y en varios tonos? La misión es mantenerla uniforme. Puedes usar un shampoo con color que matice, unos vienen con pigmentos añadidos que hacen coincidir el tono de los largos con el de las raíces para que no se note el crecimiento.
TIP: Busca shampoos específicamente formulados para satisfacer las necesidades de tu tono.